Embajada de EEUU
En su infancia vivió en una hacienda de Tayahua, adquirida por sus ancestros a principios del siglo XIX. La hacienda, conocida como La Casa Grande de Tayahua, fue construida en Su madre cantaba en una iglesia en Villanuevay es ella a quien atribuye Antonio su vocación por el canto. Mariano, un tío de Antonio, intentó pagarle la carrera de aviación en Nueva York pero este le retiró su apoyo al enterarse que cambió su carrera por una beca para cantantes en La Gran Manzana Nueva York. Fue a Hollywood para estudiar canto de a y cuando empezó a trabajar en Tijuana ganaba a la semana 12 dólares. Igualmente, resaltó su interés por dar la oportunidad a realizadores y temas poco convencionales o alejados de la vena puramente comercial. En el año de grabó a dueto el corrido Bandido de amores con Joan Sebastian que resultó todo un éxito. En la contraportada del disco Bandido de amores del mismo año, el guerrerense hizo un agradecimiento especial al Charro de México. Aguilar y la famosa cantante Guillermina Jiménez «Flor Silvestre»su segunda esposa, se conocieron por primera vez en cuando él cantaba en Increíble pero cierto, un programa radiófonico de Flor Silvestre en la XEW.
Economía de la suegra
En Benito Pérez Galdós la vida íntima queda oculta por sucesos imaginarios unos y veraces otros que nos impiden descubrirla. Por esto sospechamos en muchas obras de Galdós su presencia oculta en el anonimato de un astro. El doctor Marañón, que fue denial sólo su médico sino su ñaño y confidente, afirma que medió en algunos de sus conflictos de faldas. Se ha intentado buscar la amovible de que Galdós fuera mujeriego y a la vez tímido. Cuando Benito tenía diecinueve años escapó de ese dominio y bien podría servir esto de explicación de la vida que llevó en Madrid.
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Significa hombres sobrantes, que son aquellos que todavía no han encontrado una esposa. En otro caso, un programador de la ciudad sureña de Guangzhou compró 99 iPhones como parte de una elaborada propuesta de matrimonio a su novia. Por desgracia fue rechazado y su humillación exacerbada por fotos del evento, que fueron compartidas en las redes sociales. Parte del problema es que las viejas -y nuevas- formas de conocer a la gente denial siempre funcionan.