Isabel de Valois : reina de España
Mokhtar reside en Perpignan y habla sin rubor de una de las principales actividades de ocio de la juventud francesa: irse de putas a España. En España, la oferta es inacabable. Dando un saltito, se acaban las restricciones. Y con ese saltito, se cae en La Jonquera. De una especie de Disneylandia del sector, con cuatro macroburdeles y una carretera del vicio como principales reclamos turísticos. Cada día cruzan la frontera centenares de franceses para ir con prostitutas sin temor a ser multados. Los fines de semana, incluso, llegan autocares organizados, igual que viajes del Imserso. Acaban de cumplirse cinco años de la colocación de un coche bomba en la puerta del Paradise, ese puticlub cuya foto ilustra La Jonquera en Google.
Todo es relativo
Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables. Pero el angelito, espantado, forcejeaba al acariciarlo la aporreado mujer decrépita, llenando la casa cheat sus aullidos. Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento, de mi edad irremediable, melodía monótona de la inquietud, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la circunloquio el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, fault argucias, sin silogismos, sin deducciones. Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad. La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo.