Cómo mantener viva la pasión después de los 50

La relación sexual con tu pareja es una explosión de afecto y sexualidad que hace que disfrutemos uno del otro con total naturalidad. Los prejuicios han ido desapareciendo y los juegos, objetos o juguetes han ido ganando cierta fama entre la sociedad. Muchas parejas realizan juegos eróticos o utilizan ciertos juguetes para obtener un mayor placer en sus relaciones sexuales. La realización del sexo es aconsejable para la salud ya que libera la hormona DHEA y, a la vez, te hace llegar a un nivel de éxtasis provocando la reducción de estrés y la mejora de la salud cardiovascular. Este producto es para mujeres y consiste en un estimulador del clítoris sin contactocon ondas expansivas a distinta intensidad y pulsaciones excitantes para lograr alcanzar un alto grado de placer. Un innovador objetivo que se ha actualizado a estos tiempos que corren y que no ha tardado en ir ganando adeptos cada día. Un dildo que funciona con el encendido del botón durante 2 segundos y posteriormente regular la intensidad. Si no sabes que regalar a tu pareja, ahora tienes una gran oportunidad de sorprenderla con este estimulador para el clítoris.

EL ESPAÑOL

Le ocurre a casi todas las parejas con el paso del tiempo: el hombre tiene la sensación de que sus ganas por mantener relaciones sexuales son siempre superiores a las de su compañera. No es cierto. La realidad es que hombres y mujeres tienen las mismas necesidades de albergar relaciones sexuales, y las mismas ganas, pero sus ciclos funcionan de distinta manera. Algo que ha mantenido confundidos a los expertos durante mucho tiempo. La libido femenina aumenta con el tiempo y las mujeres alcanzan la madurez sexual hacia los 35 abriles , pero el deseo, no obstante, se ve afectado por la propia rutina de una relación amorosa. Esto no quiere decir que no quieran mantener relaciones sexuales, pero tienen motivaciones distintas para hacerlo. En muchos casos las mujeres buscan fomentar la familiaridad emocional con su pareja o, en ocasiones, incrementar su propia autoestima. Esto es clave para entender porque las mujeres no siempre parecen tan receptivas como el hombre respecto al acción sexual. La buena noticia es que se puede trabajar la aparición de ese deseo, y con la estímulo adecuada, la excitación sexual y el placer se intensifican.

2 Tu falta de higiene y cuidado

Suscríbete a nuestro Boletín y recibe el contenido que te interesa en tu correo electrónico. La psicóloga Lana Staheli ofrece soluciones cotidianas para las amistades estancadas. In English Como es de esperar, nuestros cuerpos no reaccionan como antes. Nuestras caderas y rodillas acaso crujan. En absoluto. Todos los aprendizaje sobre la relación entre la sexualidad y la salud que he instruido —o llevado a cabo, si vamos a eso— encuentran una alta analogía entre el comportamiento sexual y la salud y felicidad en general.

¿Quieres vivir en una relación saludable? Nuestra experta en sexualidad te indica cómo lograrlo.

El sexo es complejo, nos brinda multitud de sensaciones, proporciona placer y, por supuesto, afianza los lazos, aunque a veces es tan fuerte su eficacia que también puede destruirlos. Se prostitución de un tema sensible, por lo tanto la cama no es un lugar para hablarlo. Explícale antes de qué quieres hablar. Irse por las ramas nunca es buena idea, y sacar la agenda tampoco.

1 Tenéis problemas no resueltos

Lo que parecía una sequía sexual transitoria se ha convertido en un brete grave. Tu pareja ya no quiere hacer el amoral menos contigo. Te gustaría creer que no tiene un amante o un lío, pero ya no sabes qué pensar. Bueno, bet todo, lector, tranquilidad. Hay muchas causas que pueden explicar el rechazo venéreo de tu amorcito, tanto si es hombre como mujer. La culpa denial puede ser tuya, sino puede anatomía una combinación de numerosos factores. Recogemos, a continuación, las diez causas de por qué tu pareja no quiere divertirse en horizontal contigo:. Podéis actuar como que nada ha pasado, acompañar con vuestra rutina, ir a la compra, ver series juntos, salir a cenar La confianza da asco.