Lamento no haber tenido sexo hasta los 37 años

Esta es su historia. Nunca me surgió la oportunidad de tener relaciones sexuales o íntimas así que fui virgen hasta los treinta y muchos. No sé qué tan inusual sea, pero a mí me daba vergüenza y me sentía estigmatizado. Era una persona terriblemente tímida y ansiosa, pero no estaba aislado. Siempre tuve amigas pero nunca fui capaz de trasladar esas relaciones al plano íntimo. En el colegio, estaba rodeado de chicas pero nunca hice esos avances que probablemente sea normal que uno haga. Cuando llegué a la universidad, ya tenía un patrón definido: asumía que no iba a acostarme con nadie. Si pasas tu adolescencia y juventud sin salir con gente, careces de esas pruebas que hacen que te digas a ti mismo: Sí, puedo gustarle a otros por mi apariencia física: he tenido tal y tal novia Célibes involuntarios: la oscura comunidad misógina a la que pertenecía Alek Minassian, el hombre acusado del atropello masivo en Toronto Nunca hablé de esto con mis amigos y nunca me preguntaron nada al respecto.

Apúntate a nuestro Newsletter

Lo dijo de broma, pero aun así me pareció una forma denigrante de definir algo que a los hombres se les ha alentado a actuar desde hace mucho tiempo. Después de 20 años casada, tuve un divorcio horrible. Cuando por fin estuve lista para volver a tener citas, los candidatos de mi edad entre 50 y 60 años no me convencían. Los hombres que conocía a través de amigos y que se ofrecían a cocinar un plato de dinero en su casa o a traer una botella de vino a la mía no las consideraba citas de verdad.

Otras webs de Unidad Editorial

Aprendizaje muestran que muchos pensamos que los jóvenes tienen una vida sexual mas activa de la que en existencia tienen La realidad es mas mundana: las tienen unas 50 veces cada 12 meses. Los encuestados piensan que las jóvenes tienen una increíble abundancia de relaciones sexuales al mes: 22 en Reino Unido y 23 en EE. La realidad es que mantienen sexo unas cinco veces al mes. Como sucede con muchas de nuestras preconcepciones, la explicación a estas creencias reside tanto en lo que pensamos como en lo que nos cuentan. La sobrevivencia de nuestra especie depende, literalmente, del sexo. Pero ese acción es un caldo de cultivo para las concepciones erróneas.