Prácticas nocivas

Mujeres malas todos – 948341

La ampliación del acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es solo la mitad de la solución. La otra mitad depende de cómo abordemos las otras dimensiones de la desigualdad de género. Todos saldremos beneficiados si nos comprometemos a hacer de un ideal esperanzador una realidad universal. Podemos transformar nuestro mundo. Cumplir todos los compromisos y obligaciones en materia de derechos humanos acordados en tratados y convenios internacionales. Estos derechos se citan en la Declaración Universal de Derechos Humanosla Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujerel Programa de Acción de de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrolloasí como otros documentos reconocidos de derechos humanos. El cuidado de la salud sexual y reproductiva es una parte esencial de la atención médica.

Secondary - sp

Alfaque Interamericano de Desarrollo. Si deseas republicar el artículo, por favor solicita beneplácito a sph-communication iadb. Por Andrea Proaño Calderón. Un asunto de vida o muerte En salud, una atención de calidad es tan importante, que su ausencia tiene repercusiones no solamente sobre la eficiencia del sistema de salubridad o la percepción que los ciudadanos tienen de él, sino que, fielmente, puede costarles la vida. En únicamente, las muertes ocasionadas por enfermedades tratables significaron una pérdida de 6 billones de dólares para la economía americano. La atención desde la perspectiva de los pacientes Naturalmente, la consecuencia del derroche y la ineficiencia del desembolso en salud deteriora la confianza de los pacientes en los sistemas de salud. La baja calidad asistencial puede resultar en condiciones de salud peores, agravamiento y persistencia de síntomas, aborto de funcionalidad e inclusive recelo de regresar al centro de atención. Feed problemas de calidad en todos los países — y para todas las enfermedades. Lo positivo es que hemos identificado el problema y le hemos dado a la calidad el sitio que se merece, al menos en teoría, en su rol para alcanzar una verdadera salud universal.

Las mujeres están por debajo de los hombres en todos los indicadores de desarrollo sostenible

Esos patrones nos dictan normas, una estereotipo a seguir que somos incapaces de cuestionar, este modelo viene con: estereotipos, racismo, homofobia, clasismo y misoginia de los cuales nos nutrimos muy perfectamente todos los días desde el edad en que nacemos: en casa, en la escuela, en la comunidad, en el trabajo y; en la época adulta inculcamos a nuestros hijos todavía y a todo ser humano que esté a nuestro alrededor. Ese sistema mutilador que aun no nos ve como personas, nos ve como objetos y es así como objetos que nos tratan desde el momento de nuestro nacimiento. Un objeto para placer del hombre, un objeto al que se le puede maltratar, pegar, apiolar, desaparecer y tirar a la basura como a cualquier chirajo; porque denial existe ni sistema de justicia tampoco sociedad capaz de reaccionar ante el abuso de un ser visto como inferior al que no se le ha dado la categoría de andoba. No cuentan el dinero ni la condición social ante el macho abusador.