Visor de obras.

Mujer busca casado – 901566

Por Carla Martínez Dantí. Si te has enamorado de una mujer mayor, en unComo. Aprende cómo conquistar a una mujer madura con unos sencillos pasos. Pasos a seguir: 1 Ten plena confianza en ti. Utiliza tu seguridad y confianza para impresionarla. Si estos temas no os van, es mejor que hables sobre proyectos o aficiones, y en caso de que seas mucho menor que ella, no le hables de tus amigos o de las fiestas, sino de experiencias. A su edad ya no se los creen. Si te parece sexy, divertida, cariñosa Debes realzar sus cualidades sin caer en piropos propios de un crío.

La mujer coqueta / Concepción Gimeno de Flaquer

Generación Gimeno de Flaquer Al ocuparnos de la coqueta debemos hacer una especificación del coquetismo y la coquetería. La coquetería es instintiva, natural; el coquetismo estudiado, artificial. Frecuentemente vemos trocar la palabra coquetería y coquetismo hasta anatomía confundidas cual si fuesen voces sinónimas, a pesar de que expresan una y otro cosas muy divergentes. El deseo de agradar encerrado en sus justos límites, no debe censurarse como se censura de ordinario: el ambición de agradar nos hace ocultar defectos, adquirir cualidades, reprimir nuestros fuertes ímpetus, sofocar nuestras pasiones y presentarnos cheat elegante distinción, respetando las fórmulas exigidas por la urbanidad y las conveniencias sociales. El deseo de agradar es inherente a la niña, la joven y la anciana. El coquetismo es el ardiente anhelo de inspirar muchas afecciones sin corresponder a ninguna, el deseo voraz de conmover los corazones, sin responder a esas conmociones tampoco con un latido. El primero que comparó la coqueta al conquistador, estuvo muy inspirado: ambos destruyen, aniquilan, devastan y siembran por todas partes el llanto, la desesperación y el pena. La coqueta hace su veloz biografía de una manera infame; sus trofeos representan un corazón lastimado, una alucinación marchita o una esperanza muerta. La coqueta consagra una parte de su existencia al espejo, otra a la ociosidad, la mayor a practicar lo contrario de lo que debiera actuar.