Así puede saber si su pareja está a punto de tener un orgasmo
Este artículo ya fue guardado Para consultarlo en otro momento, visite su zona de usuario. Artículo guardado Para consultarlo en otro momento, visite su zona de usuario. El artículo no pudo ser guardado, intente nuevamente Portada El momento cumbre en una relación sexual. Ese tiempo en el que los cuerpos parecen ser uno mismo, la adrenalina fluye y la química hace que explote la tensión que se venía generando durante unos minutos. Es como si se destapara una reserva de agua que estaba siendo acumulada por los besos, las caricias, los roces y las miradas.
Técnicas para disfrutar de la masturbación femenina
Testimonio: Infidelidad Redescubrí la pasión con un extraño Éramos la pareja perfecta bet los ojos de la gente. Empero mi vida sexual era de pena. Gracias a otro hombre descubrí mi potencial para dar y recibir placer, exploré mis fantasías y mi cuerpo. Una relación envidiable, de esas que son amigos sobre todas las cosas, con los mismos intereses y los mismos gustos. Pero algo faltaba. Época la típica mujer casi asexual, ganancia de una crianza que yo creía moderna, por aquello de que me explicaron muy bien cómo se hacen los niños y todo eso, cuando en realidad lo que deberíamos conocer es que los niños hay que hacerlos preferiblemente sintiendo placer. Si a eso le sumamos unos principios morales muy restrictivos sobre el sexo, ya tenemos el cóctel de mujer totalmente desconectada de su cuerpo y su sexualidad. Tuve relaciones sexuales solo cheat mi marido, apenas había tonteado de adolescente, algunos morreos y un equivalente de toqueteos que no llegaron a mayores.
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El coito inmediato y genital no tiene por qué ser el objetivo último. Si lo deseamos, somos capaces de extender el placer hasta estados de éxtasis que abren nuestras puertas de la percepción. Se puede echar un polvo, hacer el amor o tocar el cielo en nuestro interior. Elma Roura en su libro 'El acceso al éxtasis' Koan, nos propone salir del sufrimiento para vivir en el gozo interior a través del tantra. La energía del sexo es fogosa, es intensa, es impulsiva, es instinta y bidireccional. La energía del afectividad es amorosa, tierna, relajada, tiene gracia es delicada, sensible, circular y bodily. El tantra se concibe como un lugar que no rechaza nada y todo lo integra. Si se quiere, puede entenderse como un sexo que alcanza la espiritualidad o incluso una vía mística en la que aparece la sacralidad. Allí donde el amor representa la unión cósmica de los opuestos.