Las 'crossdressers': los hombres que viven su lado femenino

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No era el caso. Francesc lo explica: es un señor, un hombre, que en un momento determinado se viste de mujer. Suele ser heterosexual y puede estar casado y tener hijos. Francesc rechaza las etiquetas. Le gustaría que se rompieran todas las barreras, las normas no escritas y que desapareciera esa dualidad hombre-mujer, un montaje social del patriarcado. Y me visto como me apetece. Las etiquetas, dice, crean diferencias. El adolescente que se pintaba las uñas Durante décadas, desde el adolescente que furtivamente se pintaba las uñas y los labios, escondió su pulsión por la apariencia femenina. Nunca sospechó nada porque no era de los maridos que desaparecen de noche.

Francesc reveló hace 10 años a su mujer que era 'cross-dresser' le gustaba vestirse de mujer

Todavía me han contactado bastantes esposas o parejas de hombres que practican Crossdressing». Si bien, muchas de ellas desconocen que sus maridos se visten cheat ropas femeninas en la intimidad, algunas lo sospechan, lo descubren o aun les ha sido revelado por ellos directamente. Las reacciones de ellas pueden ser muy variadas. Sin embargo, en un principio muchas pueden mostrarse reacias a aceptarlo. Las hay que piensan que han perdido a «su macho», a «su hombre», lo niegan y lo rechazan por completo.

El otro lado del Crossdressing

Una mayoría de personas de mi ambiente no lo entenderían y les haría daño. Y reconoce: Entiendo perfectamente que la sociedad tenga prejuicios o ideas preconcebidas porque yo mismo los tenía hasta hace poco. Solo me gustaría que la gente esté abierta a escuchar nuestra historia y luego que piensen lo que les dé la gana. Bea recuerda emocionada su primera vez. La mezcla del maquillaje, el estilismo, la peluca, se correspondía cabalmente con lo que siempre había soñado, no buscado porque nunca pensé que pudiera encontrarlo. Barbie, por su parte, cuenta sobre sus inicios en el crossdressing: Yo al principio decía yo no soy tal o cual, siempre con etiquetas. A mí eso ya me importa cinco pimientos. Yo soy yo, soy Barbara Ann, vengo aquende, me lo paso lo mejor que puedo y disfruto mucho.