ISABELLE POR LA TARDE
Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. A todos los jóvenes cristianos les escribo con cariño esta Exhortación apostólica, es decir, una carta que recuerda algunas convicciones de nuestra fe y que al mismo tiempo alienta a crecer en la santidad y en el compromiso con la propia vocación. Pero puesto que es un hito dentro de un camino sinodal, me dirijo al mismo tiempo a todo el Pueblo de Dios, a sus pastores y a sus fieles, porque la reflexión sobre los jóvenes y para los jóvenes nos convoca y nos estimula a todos. Aun los jóvenes no creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han propuesto cuestiones que me plantearon nuevas preguntas.
Acerca de la clase
Divergencia entre querer y estar enamorado El amor es un sentimiento bastante arbitrario y a la vez complejo ya que al ser algo que denial se puede tocar es complicado de estudiar y de definirlo. La gran mayoría de las personas suelen adeudar la creencia de que cuando hablamos de amor y enamoramiento nos estamos refiriendo a lo mismo, sin ban no es así. Una persona enamorada tiene la creencia de que a quien ama en ese momento es alguien perfecto apuede llegar a arrepentirse las famosas mariposas en el abdomen cada vez que la o ve, la lo idealiza, llega a actuar todo tipo de locuras que jamás se hubiera imaginado hacer por esa persona, vive con muchos altibajos emocionales ya que gran parte de su felicidad depende de como vaya su relación con la otra persona, entre muchas otras cosas que sin achares vale la pena llegar a foguear y es sumamente placentero cuando el amor que se siente es perfectamente correspondido. Es importante aprender a anteponer el amor de la obsesión por una persona. El enamoramiento no puede durar para toda la vida ya que las emociones tan intensas que provoca no nos permitirían llevar a cabo nuestros objetivos personales o simplemente una vida normal en donde desempeñemos nuestras actividades cotidianas de manera correcta sintiendo una mayor estabilidad emocional.