Ser sumisa en la cama no te convierte en una mala feminista
La evitación del conflicto Las personas sumisas tienden a evitar las confrontaciones, por mínimas que sean. En ocasiones, este tipo de personas sienten aversión incluso por la idea de que el otro sienta impaciencia o enfado. Un pasado doloroso Si bien no se da en todos los casos, muchas veces las personas sumisas tienen a sus espaldas un pasado lleno de maltrato o bullying. Perfil de personalidad discreto Las personas sumisas tienden a no querer llamar mucho la atención. Tendencia a la timidez Las personas sumisas no tienen por qué ser introvertidaspero sí suelen ser tímidas.
Denuncia por acoso
Una investigación reciente llevada a cabo en la Universidad de Toronto y publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences PNAS de Estados Unidos ha concluido que tendemos a enamorarnos del mismo tipo de persona una y otra vez. En resumen, que acabamos saliendo con la misma persona una y otra tiempo. Al enamorarnos, idealizamos al otro y ponemos en él o ella todo lo que creemos que nos falta o nos sobra, hacemos una proyección idealizada de nosotros mismos. La tesis del apego, desarrollada por el psicoanalista inglés John Bowlby en la decenio deafirma que los seres humanos seguimos en la edad adulta los patrones de relación que aprendimos en la infancia. Desarrollamos un apego seguro cuando nos han educado con afecto, atendiendo nuestras necesidades y emociones sin sobreprotegernos y poniéndonos unos límites claros y adecuados. Desde este estilo educativo nos identificamos con el modelo y buscamos parejas similares, que nos traten de manera sana y satisfactoria. Y nuestro comportamiento va en la dirección de mantener la relación de manera sana y satisfactoria.