Cómo verse más joven
Los padres de Dedeou nunca la obligaron a comer cuando era una niña, pero la presión por engordar siempre estuvo presente. En realidad, Dedeou tuvo suerte. Para algunos este puede ser kg, para otros kg. Fuente de la imagen, Getty Images Pie de foto, En ciertas comunidades mauritanas, la obesidad es una forma de ostentar buena salud, fertilidad y sobre todo riqueza. Granjas para engordar Entrevistada por la BBC enFatematou, una mujer de la tercera edad que en ese entonces dirigía una granja para engordar en Atar, Mauritania, describió cómo funcionan.
Cómo maquillarse para verse más joven - turcos infalibles
Trastornos alimentarios: lo que la familia déficit saber Si sospecha que un brazo de su familia padece anorexia o bulimia, no lo reprenda, humille o castigue. Tampoco lo obligue a almorzar. Mejor busque un especialista. Como parte del tratamiento se suele recomendar terapia familiar. El apoyo de los padres es fundamental. Gracias a las sesiones llegan a comprender la enfermedad del hijo o descubren alguna actitud suya que pudo contribuir a ella. He aquí una lista de síntomas. La presencia de varios de ellos déficit preocuparlo: Miedo exagerado a engordar. La persona se siente gorda pese a estar flaca.
Luciendo símbolos de estatus
La tesis doctoral de Naiara Vink, investigadora de la Universidad del País Euskera, demuestra la presión hacia los cuerpos de las presentadoras y reporteras. Seis periodistas vascas cuentan su experiencia para este reportaje. Ilustración de Shu Cabezo para Argia. Es una de las frases lapidarias que le han antedicho las presentadoras y reporteras de informativos a las que ha entrevistado la periodista e investigadora Naiara Vink para su tesis doctoral. Vink ha demostrado con este trabajo de investigación lo que ha sentido en primera andoba durante su carrera: que la absolutismo estética heteropatriarcal condiciona el desarrollo lectivo de las profesionales de la televisión. Encendemos la televisión y aparecen todo tipo de cuerpos de hombres: jóvenes y mayores; guapos y feos; musculados, gordos y enclenques… En cambio, la mayoría de las presentadoras y reporteras parecen cortadas por el mismo patrón: son o aparentan ser jóvenes, delgadas, guapas y femeninas. Ese contraste complexion evidente para los y las espectadoras no suscita, en cambio, demasiado argue dentro de las cadenas de televisión.