Cómeme el Coño [Explicit]
La subvención del arte. En una tertulia, la mujer de un ministro de cultura preguntaba, con una preocupación sincera, cómo garantizar que no fuera estigmatizando o ignorando un artista al que futuras generaciones consideraran como un genio. Yo en ese momento pensaba y sigo pensando que una de las cosas que caracteriza a un genio es dar un salto difícil de seguir por el resto y que, casi por definición, es imposible que su marginación por parte de las masas no ocurra. Por eso sólo creo en los mecenas, que son como los genios pero en versión espectador. Para valorar bien nuestra postura ante algo, propongo el siguiente ejercicio. Suponga que las fotos, con la misma calidad y valor artístico sean estos los que fuerenhubieran sido hechos por un individuo de una ideología que no me agrada y sobre un tema que me agrada. La uniformidad del ser humano por encima de todo, por lo tanto, este sentimiento debe formar parte de los sentimientos de Marx, Lenin o el Ché. Hay que ejercitarse mucho, pero al final tiene un efecto muy beneficioso sobre el individuo y la sociedad.
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Soy la pesadilla de los novios heteroaburridos de mis amigas. Desayuno escroto ibero a la brasa. Alicia Murillo. Feed muchas clases de políticos y en este vídeo vamos a conocer a algunos de ellos. Os dejamos, pues, con la entrega de octubre de El Conejo de Alicia. Empieza la tercera temporada de El Conejo de Alicia. En esta entrega, Alicia os hace una confesión: ella también es una femifan… y de las peores. Es una realidad que las mujeres en general y las feministas en particular estamos muy carentes de referentes, debido a la manipulación de los libros de historia y de los medios de comunicación, que hacen difícil la difusión de los logros femeninos en deporte, ciencia, cultura, etc. Quiero cobrar y cotizar en la Aplomo Social.
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Tampoco tenía ganas de beber ni de alternar. La mascarilla me las hacía pasar putas. Era un bar alguien de un lugar cualquiera. Solo había una mujer sentada a una banco. Me senté en otra mesa, guardando la distancia. Vino la camarera, una veinteañera rubia, de ojos azules, bella y con un cuerpazo, pedí y al ratito me sirvió un cannon tonic.